La temática de tu anterior disco (Una canción de cuna entre tempestades) salió de las conversaciones con su hijo pequeño. ¿De dónde sale la temática de tu último disco: Coplas del andar torcido?
Mi hijo apenas comenzaba a hablar cuando escribí el anterior disco, era más bien esa comunicación tan primaria y pura, la de los gestos, las miradas, la que inspiró las historias de aquel álbum. Para este disco la mayor influencia fue trabajar a altas horas de la madrugada, es un disco muy nocturno, aprovechaba las noches para poder trabajar y remataba las canciones las mañanas que no había trabajado la noche anterior, por la mañana podía analizar las canciones desde cierta distancia y ver qué funcionaba y qué había que eliminar.
¿Cómo de directas y diferentes son las conversaciones con un niño con respecto a las conversaciones con un adulto?
Resumiendo la pregunta: una persona tan joven es noble, pocos adultos lo son.
Este nuevo disco habla del drama cotidiano de hacerse mayor, la angustia del hombre ante la incertidumbre y la deriva del mundo. ¿Durante estos meses de confinamiento se te han planteado nuevas incertidumbres?
Siempre las hay, puede que al tener un trabajo solitario y escribir mis cosas siempre encerrado en casa no se me haya hecho tan cuesta arriba estar aislado.
¿Cómo afecta a un músico esta incertidumbre que nos ha traído el Covid-19 a la hora de lanzar un disco?
Afecta a cualquier ciudadano, sea músico, fontanero o a lo que sea que se dedique. Sí es cierto que nuestro oficio es muy precario y esto no ayuda, la verdad.
¿Qué grupos te han influenciado en la creación de este disco?
La banda sonora que Max Steiner compuso para el film ‘El Tesoro De Sierra Madre’, me vino bien para concentrarme en la composición.
Después de tantos años de carrera, ¿Hay alguna canción, disco, que a día de hoy no habrías publicado?
Siempre descarto canciones que luego publico en EP’s o caras B porque no las veo dentro del conjunto del álbum, en este caso pensé que esas cosas ya me dan un poco igual y metí las 11 dentro, lo que escuchas es todo lo que compuse para el álbum.
En estos 10 años de carrera en solitario tú has evolucionado, pero ¿También ha ido evolucionado tu público?
Mi público de los últimos cinco años es maravilloso, son las personas que realmente disfrutan mis discos, eso es muy hermoso de vivir desde el escenario, también me prodigo poco en festivales, así que el circuito por el que me muevo es el que he ido construyendo todo este tiempo, mi público es ése, y me gusta que así sea.
¿Tienes algún miedo musical, algo que no te deje dormir a veces, o antes de salir al escenario?
Con la edad me pongo más nervioso antes de salir, hay que concentrarse mucho y cuando era más joven no me daba cuenta de la cantidad de energía que uno gasta para dar una buena interpretación, normalmente necesito estar un rato solo antes del concierto, concentrándome para meterme dentro de las canciones.
¿En qué piensas en los instantes anteriores a salir al escenario?
En nada, intento relajarme, pensar es malo para interpretar, es mejor vaciar la mente y salir al escenario sin nada que pueda distraerte, siempre digo que para cantar y tocar bien en directo no hay que pensar en lo que haces o puedes equivocarte y estropear la dinámica del concierto.
Hay muchos músicos que antes de darle el visto bueno a la versión final de una de sus canciones o disco la escuchan en el coche para apreciar cómo suena ¿Tienes también algún lugar “raro” para eso?
Las escucho en casa de mi amigo Dimas Rodríguez, es un ritual, le doy mucho la brasa con eso, pero lo pasamos bien, si veo que le gusta alguna es que voy bien encaminado.
¿Cómo te gustaría que te recordasen tus seguidores en el futuro?
No pienso en esas cosas, mientras puedan seguir disfrutando de las canciones que les gusten ya me quedo tranquilo.
Ahora las preguntas serias. ¿Cuáles son tus Doritos favoritos?
Los redondos.
¿Cómo era el The Old Raemon comparado con el nuevo?
The Old Raemon es el actual, no se me ocurrió a mí el nombre, le hubiera puesto ‘Las Abejitas’ al proyecto, algo más ligero y menos estúpido, pero mira, así se quedó la broma, para siempre.
De uno a 10 ¿Cuántas ganas tienes de volver a tocar en directo?
Estoy más metido en escribir y grabar discos, ya tocaré cuando la ocasión lo merezca.