Entrevista con Niños Mutantes con motivo de su nuevo single: “No has venido a sufrir”

De Indie Cool
entrevista con Niños mutantes

Tras el éxito de Ventanas, en 2020, donde se atrevieron a jugar con influencias tropicales, e incluso, con el synth pop, los granadinos Niños Mutantes no han acusado la fatiga pandémica y vuelven con un single que pretende ser optimista y lleno de luz como es este ‘No Has Venido a Sufrir’. Para producir este trabajo, han colaborado con Angel Luján y Alonso Díaz (Napoleón Solo), con la idea de lograr un sonido pulido que se acercara al mismo tiempo al postpunk ochentero del que tanto han bebido y a ciertos sonidos más actuales, propios del indie pop más elegante y sofisticado.

 

‘No Has Venido a Sufrir’ es un disparo al corazón de la melancolía, y una prueba más -por si hacía falta- de que Niños Mutantes están tan vigentes, no solo en el imaginario del indie pop español, sino apostando por nuevas sonoridades que son capaces de llevar a su terreno.

 

Hemos tenido la suerte de entrevistarles recientemente. Aquí os dejamos la entrevista.

 

Indie Cool:Vosotros sois uno de los iconos del indie nacional, ¿os gusta esa etiqueta, la etiqueta de ser indie?

 

Niños Mutantes: No, nos gusta la etiqueta de ser iconos (risas). A ver. Esto del indie es un debate largo y complicado. El indie se supone que simplemente es una actitud independiente hacia la industria multinacional. Así es como nació en los años finales de los 70 y principios de los 80. No era una etiqueta estilística y no debería serlo. Lo que pasa es que, al final, tanto en el mundo anglosajón como sobre todo en el español, se ha acabado tomando como una etiqueta estilística. Indie es aquello que en los primeros dosmiles que hacían grupos pop rock y que éramos, digamos, los modernos de la época. Pero en realidad el indie es eso. El indie viene de independencia, de independiente. Es independiente hacia una industria musical que en los 70/80 lo eliminó todo. Somos un icono o un grupo de culto del pop rock que se ha hecho en este país en los últimos 20 años, pero poco más. A mí la verdad es que la etiqueta indie no me interesa y no creo que sea demasiado importante.

 

Indie Cool: .Esa etiqueta, si no le llamamos indie, llamémosle pop rock, ¿ha cambiado mucho en estos años, desde que vosotros empezasteis? Digamos por los grupos que ves ahora que ocupan ese espacio, que bueno, llámalo indie o llámalo pop rock.

 

Niños Mutantes: La etiqueta ha cambiado en el sentido en que alguien dice por ahí, desde hace ya años, que el antiguo indie es el nuevo mainstream, y claro, no le falta razón. O sea, si los paradigmas del indie son esos grupos que ahora venden cinco Rivieras o dos Palacios de Deportes, es difícil vincular la etiqueta en estilos y es difícil vincular la etiqueta a una actitud, pero porque todo eso no lo entienden. Tú puedes ser un grupo indie que venda muchísimo, porque sean súper reconocidos a nivel nacional o internacional, y eso no implica que sean mejor ni peor. Luego están las modas, luego están los gustos, luego está que el primer disco de (…) y el último es una mierda, vale. Nos pasa a todos y es un recurso habitual y fácil, pero está al margen de la independencia. Claro que las primeras espadas españolas han sido independientes dentro de la etiqueta indie, si la podemos considerar así. Siguen siendo igual de independientes. De hecho, son amigos míos el 90%, los conozco a todos muy bien. Si es que son grupos que han salido de la creencia absoluta en la música, de querer hacerlo bien y que no han aceptado la influencia de las multinacionales en su música. Eso es la independencia. Si luego vendes un “esto” de Vistalegre entero en Madrid, pues de puta madre, porque se trata de eso. Se trata de que tu independencia musical y artística, incluso estructural, la traslades al máximo éxito posible. Por tener éxito no se deja de ser indie.

 

Indie Cool: Ahora que sois unos veteranos y que os van las cosas bien, ¿cómo recuerdas los primeros inicios, en los que imagino que nadie os conocía o que quizás no apostaban por vosotros?

 

Niños Mutantes: Lo recuerdo, la verdad, que con mucho cariño, porque es donde se hace la masa. Es donde se hace un grupo, un pintor o un futbolista. Cuando nadie cree en ti es cuando te creces y cuando tienes que crecer. Para nosotros tampoco fue exactamente así. Nosotros desde muy temprano, desde muy jóvenes, tuvimos el apoyo de varios concursos especializados en Granada y luego muy pronto de una de las discográficas independientes más importantes de España, que era Astro Discos, en Asturias. Nosotros tuvimos un apoyo muy rápido, en el 96/97 ya teníamos una discográfica, cosa que casi nadie tenía. Aunque fuera una discográfica independiente, teníamos un apoyo muy claro de gente muy grande. El dueño de la discográfica… al principio había dos dueños: uno era de Penélope Trip y otro era de Australian Blonde, que en el 94/93 eran Dioses. Y esos tíos confiaron en nosotros. Nos metieron dentro de su (roster?) porque pensaban que teníamos muchas posibilidades. Entonces, por supuesto, es lo que tú dices, pues hicimos dos giras, un disco, dos discos. Los primeros dos discos nos acercamos a León y tocábamos para 35 personas, pero eso tiene una magia de la hostia, porque nosotros veníamos del instituto. No sabíamos ni siquiera que éramos capaces de grabar un disco. O sea que, acabar en León tocando ante 35 personas, para nosotros era un exitazo de la hostia. Nosotros estábamos felices con nuestras 35 personas. Tocábamos con una energía, una ganas y una potencia para 35 personas que igual nunca hemos vuelto a repetir para 2000. Porque claro, es fruto de un momento, tío. No es que ahora toquemos desganados, ni mucho menos, pero ya implica otras cosas. Ya tiene otras implicaciones técnicas y artísticas actuales. Pero en ese momento, con 19 años, con 20 años o con 21 años, esas 35 personas que habían venido a verte a León o Salamanca son para ti los únicos 35 que te entienden en el puto mundo (risas). Ese concierto lo haces para ellos absolutamente en una nube. Y de hecho, ni siquiera pensábamos que podía ir más gente o menos gente. Esos 35 eran el público perfecto, no había ni más ni menos.

 

Indie Cool: ¿Y la presión que teníais? Bueno, ¿cuál era la mayor presión, antes o ahora?

 

Niños Mutantes: No, la presión viene ahora. Cuando teníamos 20 años la presión era mínima. Era todo inconsciencia, sin duda. Éramos unos románticos enamorados de lo que hacíamos. Es que no había ninguna presión. Nosotros firmamos el primer disco para nuestros nietos futuros, porque pensábamos que era el último. Presión cero. Lo único que queríamos era grabarlo. Claro, ahora sí, ahora tenemos muchísima presión. Ahora, después de 20 años/25 años, lo que queremos es que cada disco, cada canción que hacemos sea algo que nos suene a otra cosa. Oye, que todo es respetable. Habrá muchos compañeros nuestros que lo que quieren es justo lo contrario: que su sonido sea siempre reconocible y que su éxito se base en cómo son ellos musicalmente. Nosotros somos un grupo que en ese sentido nos comemos mucho la olla y no nos quedamos haciendo menos (marcas de sello en julio y agosto?) en estos últimos 25 años. De hecho, hemos ganado y hemos perdido muchos seguidores, porque no nos conformamos. Intentamos siempre hacer algo que no nos aburra a nosotros mismos y que no se parezca a una cosa ya hecha. Tiene su punto positivo y tiene su punto negativo, yo lo entiendo, pero los cuatro somos como somos y no nos convencería estar haciendo siempre los mismos patrones musicales, las mismas canciones y las mismas referencias musicales. Yo entiendo que el que lo escucha desde fuera puede pensar “coño, al final son canciones de Mutantes”. Sí, pero si rascas un poquito más verás que entre que entre El sol de invierno y Ventanas hay una diferencia abismal.

 

Indie Cool: Eso me imagino que tiene un riesgo que os da igual asumir. Porque has comentado que habéis perdido y ganado seguidores en ese cambio. ¿Eso os ha afectado alguna vez a vuestro ego musical?

 

Niños Mutantes: Sí, siempre te afecta. Lo que pasa es que somos un grupo que tenemos la suerte de que siempre ha crecido. Siempre hemos tenido más seguidores, y no ya por los seguidores, sino musicalmente, a nivel de medios y a nivel de público, en salas y festivales. Somos un grupo que siempre ha tenido una tendencia ascendente. Todavía no ha llegado nuestro momento de bajón, o por lo menos nosotros no lo sentimos, la gente que nos acompaña alrededor tampoco y esa es la cifra de conciertos y de ventas. Siempre hemos ido poquito a poco, nunca hemos sido un grupo de pelotazos, pero siempre hemos ido subiendo un escalón, otro escalón, otro escalón con cada disco, y estamos en eso. Claro que cuando nos escriben por redes sociales y nos dicen “ya no moláis”, que esto se dicen a (…?) también todos los días, claro, “antes molabas y ahora no”. Entonces, es como todo. Y a Radiohead y a todo el mundo, pero es lo normal.

Niños mutantes - NO HAS VENIDO A SUFRIR’

Indie Cool: Esa es la frase más injusta que pueda haber en el mundo, tío. “Ya no moláis”.

 

Niños Mutantes: Ya, tío. Es una frase horrorosa pero que todos hacemos. Yo me incluyo. Hay grupos que me encantaron en el primer disco y el segundo disco y de repente yo me sorprendo a mí mismo diciendo “hostia, antes molaban”, que debe ser, como tú dices, la frase más horrorosa del mundo. No es que antes molaban, es que no le has dedicado tiempo a entender el cambio del artista. En fin, sí, tienes toda la razón del mundo. Y eso produce un sufrimiento en el artista, claro que sí. Cuando tú le dices a Beck “antes molabas y ahora no” seguro que, aunque tú pienses que no lo lee, lo lee. Seguro que, aunque tú piensas que le suda la polla, no se la suda. Pero tío, él siente la necesidad de no quedarse en Loser durante 25 años, yo lo entiendo perfectamente. Porque ya hizo una canción maravillosa hace 25 años, no puedes pedirle que haga Loser todo el rato. Ya lo hizo, en el 93, tío. Está en otras cosas, porque sino sería aburridísimo. Tú imagínate la vida del artista intentando hacer Loser todos los días.

 

Indie Cool: Es que claro, el artista tiene que evolucionar y probar cosas nuevas.

 

Niños Mutantes: Claro, tío. No siempre tienes el estribillo arrebatador a mano, pero lo que mola es el camino de encontrarlo. O igual un día hiciste un estribillo arrebatador y nunca lo va a hacer, pero eso no implica que no tenga unas canciones cojonudas. También pasa una cosa, es que vivimos en un mundo del arrebato continuo, ya con las redes sociales y las plataformas digitales, que la mayoría de la gente no aguanta escuchando una canción de seis minutos.

 

Indie Cool: Esa era mi siguiente pregunta, el impacto que han tenido las redes sociales en la creatividad musical. Porque ahora el tiempo que tenéis para crear una canción es más limitado, porque la industria y el mercado os exigen temas nuevos cada poco o incluso contenido nuevo en las redes sociales, porque si no parece que que no estás, que has desaparecido.

 

Niños Mutantes: Sí, tío. Esto lo llevamos fatal. Nosotros lo llevamos muy mal, porque estamos en un medio camino entre la nueva generación y la antigua, y somos capaces de entender los nuevos medios, las nuevas plataformas y la inmediatez de las redes sociales, pero no tenemos 19 años, ni tampoco tenemos 60. Entonces, podemos llegar hasta donde llegamos. Para mí y para todos mis compañeros de grupo, vivir pegados a Instagram, al móvil, etcétera, contando nuestra vida segundo a segundo… si es el éxito, renunciamos al éxito. No podemos, tío. Podemos tener un día a día. podemos tener una publicación cada cuatro o cinco días contando alguna cosa o informando de nuestros conciertos, pero si el éxito se basa en que te enseñe el color de mis calzoncillos, estamos jodidos, porque nosotros somos unos románticos en ese sentido y creemos que lo que impera la música, no poner la vida de Juan Alberto, poner la mía, poner la de Miguel, poner la de Andrés… Eso está muy por debajo de lo que nosotros demostramos musicalmente.

 

 

Indie Cool: Sí, yo creo que… bueno, por desgracia, tengo que estar en Instagram todos los días, por desgracia o por suerte, y veo que cada vez se estrecha más la línea entre el instagramer y el músico. Cada vez están más unidas ambas cosas. Yo creo que los músicos deben ser músicos, no tienen que ser instagramers.

 

Niños Mutantes:  Yo veo muchas cosas en Instagram que a mí me superan. Igual soy yo el equivocado, pero no podemos basar el discurso de un artista en su desnudez, en sus barbaridades dialécticas, en sus palabrotas, en si soy más soez que el de al lado o en lo que te acabo de decir, si salgo más desnudo o menos que el de al lado, ¿pero eso qué tiene que ver con la música? Es que no entiendo nada. No lo entiendo. Tú puedes estar buenísimo o buenísima, ¿pero eso qué tiene que ver con la música?

 

Indie Cool: Es que ahí está el problema, que las redes sociales, sí, son una herramienta para llegar a más gente, pero a la vez les vendes todo lo que eres tú como persona, no como músico. Es complicado, porque si dijésemos que suben canciones acústicas o cosas musicales tendría una lógica, pero cuando ya cuentas tu vida gratuitamente, además, pues no sé. Porque,  además, la gente es poco agradecida, porque le vendes tu vida y cuando dejas de contarles tus cosas dejan de seguirte o de interesarles. Es así.

 

Niños Mutantes: Sí, esa impresión me da a mí. Si tu éxito está vinculado a tu capacidad de influenciar o de generar expectativas en el día a día de tu vida, no lo estás basando en tu música. Que puede que también les encante tu música, pero ya no es sólo tu música, es tu música y que eres un gran personaje en redes sociales. A ver, no digo yo que no pasara esto con los Rolling Stones, con los Beatles y con Pink Floyd, que, de hecho, son los tres grupos con los que más pasó en la historia, pero creo que ellos eran unas estrellas impresionantemente mediáticas con un currículum musical detrás apabullante. Ellos inventaron la música pop y a partir de ahí se convierten en unas súper estrellas mediáticas, pero no al revés. Es que ahora está pasando al revés. Primero soy una superestrella mediática y luego hago música. Esto no tiene sentido.

 

Indie Cool: Está pasando al revés en muchos casos, por no hablar de géneros musicales de otro tipo, lo que se ve en Tele 5, no sé si se llama reguetón o trap… otros géneros. Parece que por fin vais a poder tocar en directo otra vez en Madrid y en Barcelona. ¿Cómo se sienten esos momentos anteriores a la vuelta a los escenarios?

 

Niños Mutantes: Joder, tío… ¿Te refieres al momento anterior a subirte?

 

Indie Cool: Sí, o los días previos.

 

Niños Mutantes: Vale, vale. Pues nerviosos como niños pequeños. Sí, mucho. Este año hemos logrado salvar 10 u 11 conciertos en verano, como todas las bandas, y diría que empezamos un 3 o 4 de julio, no recuerdo bien, en Mozota, Zaragoza, en este festival tan precioso que hacen allí. Íbamos con amigos íntimos de (la habitación roja?). Yo recuerdo los nervios del viaje de estudios de 3º de BUP. Estábamos hechos unos flanes porque llevábamos como un año o año y pico sin poder hacer lo que queríamos y tuvimos que aplazar todo lo que hemos hecho con Ventanas. Sacar el disco en plena pandemia y no poder tocar durante año y medio fue todo una experiencia muy fuerte. Ahora estamos justamente viviendo, me temo, una pequeña vuelta a eso, pero que creo que va a durar poco, de verdad, que esto ya no es lo mismo que antes. Pero bueno, son días súper especiales. El día 7 de enero estaremos en Madrid hechos unos flanes. Y tras la prueba de sonido estaremos deseando tocar en directo para la gente que pueda ir el 8 de enero a vernos, que ya son muchos, y estaremos felices y nerviosos como cuando teníamos 19 años.

 

Indie Cool: Y ya que mencionabas antes lo del momento anterior a subir al escenario, ¿en qué piensa un músico cuando está subiendo al escenario?

Niños Mutantes: Pues mira, yo suelo dejar la mente en blanco y creo que mis compañeros también. Justo antes de subir al escenario no es momento de pensar en nada. Es momento de hacer un ejercicio un poco de yoga y dejar la mente en blanco. Dejarte llevar por las circunstancias, por el escenario, por tus técnicos que te rodean e intentar navegar y meterte en la música de la manera más suave posible. Porque si estás pensando muchas cosas, pasa el proceso contrario. Si estás pensando en hacerlo bien, en hacerlo mal, en que tienes problemas en casa… Entonces no entras en la música. El discurso musical y para lo que tú te has preparado durante decenas de ensayos, esos problemas están en los ensayos. Pero cuando sales tienes que intentar no pensar en nada, de verdad. Yo, los últimos cinco o diez minutos, no pienso nada, simplemente pienso en el último trago de la copa que tengo en la mano, que simplemente me ayuda…

 

 

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