La banda londinense volvió a España ofreciendo los días 27 y 28 de febrero conciertos en Barcelona y Madrid respectivamente. Nosotros pudimos asistir al concierto en la sala Razzmatazz de Barcelona, y fue todo un despliegue de vivacidad musical y buenas vibraciones.
El grupo liderado por Dan Smith está en pleno transcurso de su ‘’Still Avoiding Tomorrow Tour Part 1’’, una pseudogira que está rodando actualmente por todas las principales salas de música indie europeas y que tiene intención de actuar como introducción y aperitivo de su nuevo LP ‘’Doom Days’’. El disco ha sido descrito por la banda como ‘’un álbum festivo apocalíptico’’, una denominación que está en línea con las singularidades que han venido mostrando tanto sus canciones como sus actuaciones más recientes.
A pesar de llevar tres años sin sacar disco, la banda ha sabido mantener la expectación de su público con material de primera calidad, con canciones como ‘’Other people’s heartache’’, ‘’Blame’’ o ’’I know you’’. Este tipo de metralla festivalera fue la que imperó a lo largo de la noche en la capital catalana. Los británicos abrieron con ‘’Quarter past midnight’’, filtrando energía y dinamismo por doquier y acompañados por los coreos del público.
Una vez entrada la parte intermedia del show, Dan Smith presentó la nueva ‘’4AM’’, recostado en un sofá y dejándose llevar por el tono nocturno de la letra, sucediéndose ‘’World gone mad’’, ‘’Bright’’ y ‘’The descent’’ después, y aportando un toque claroscuro a la experiencia del concierto además de un gran despliegue de medios técnicos que se mantuvo a lo largo de todo el evento, con un excelente trabajo en cuanto a iluminación y juegos lumínicos se refiere; una manera excelente de complementar la música y de armar un verdadero espectáculo.
Hay que hacer una especial mención tanto a ‘’Bad Blood’’ como al hit ‘’Pompeii’’, una de las firmas del grupo, que fueron entonadas por el conjunto inglés acompañados por el invitado recurrente a lo largo de toda la presente gira, Lewis Capaldi. Toda una maniobra de virtuosismo musical por parte de los intérpretes.
Para cerrar la noche, el grupo acabó con la tríada de ‘’Good grief’’, ‘’Laura Palmer’’ y ‘’Off the night’’, dejando al público con ese buen sabor de boca final que esperaban al darse cuenta de que el concierto estaba llegando a su fin. El grupo, lejos de distanciarse de la tónica explosiva y transgresora de la noche, culminó su puesta en escena con la frase atrevida de ‘’We own the night’’, y en efecto, se declararon los dueños absolutos tanto de la noche como de la buena música.