SILVER WEDDINGS OF LOVE OF LESBIAN
El amor de lesbianas está muy cerca de cumplir sus bodas de plata. Llevan con nosotros desde 1997. ¿Y qué os puedo contar de la leyenda del aire, el indomable e inolvidable Halley Star ? . Este planeador que os escribe, seguía sin despegar hace veinte años cuando les escuché por primera vez. Recuerdo que la voz de Santi me pareció en su día una mezcla entre Germán Coppini (cantante de Golpes Bajos) y Victor Manuel (el marido de Ana Belén). Espero no haber asestado un golpe bajo con esto al señor Balmes, al cual admiro y respeto por igual. Aún así, cuando hace años escuché la versión de Love of Lesbian de “la Fuerza del Destino” de Mecano, volví a imaginarme a Santi haciendo una versión indie de “Mi abuelo fue Picador”.
Otra de las cosas que no entendí en su momento, era cómo un grupo formado por seis hombres talluditos se llamaban “amor de lesbianas”, cuando queda claro, si nos referimos al género, que son monógamos y heterosexuales del Indie.
Conforme a las letras de sus canciones, si que les considero unos “desgenerados” y su lírica me parece una orgía de ideas. Muchas veces reconozco que analizando lo que dicen, me he sentido bastante “lesbiano” porque me han hecho sentir: llorar y reír a la par.
Al principio cuando les descubrí no entendía nada de lo que decían, mayormente porque cantaban en inglés. Recuerdo que en el 2005, allí donde solíamos gritar en Benicassim ya por fin les escuché cantar en castellano y aún así seguía sin enterarme de nada, hasta que un amigo me dio una pastilla para recuperarme del cansancio. Desde entonces y siempre “cuando no me ves” en todos sus conciertos me pongo a botar y a vibrar al compás de su música y a dejarme llevar, compartiendo sinergias y energías con el resto de fans.
Sus canciones de amor me hacen rodar y rodar como hojas que danzan al viento un día en el parque. Y todo me parece bonito, que diría Pau Donés desde el cielo. Y entre la oniria y la insomnia, me quedo hipnotizado y embriagado de pensar por qué las canciones de “amor de lesbianas” me traen tantos recuerdos.
Y es que los acordes de guitarra y las letras de Love of Lesbian me llevan muchas veces también a los años ochenta. Por momentos escuchándolos siento como si Antonio Vega hubiera resucitado, y me entran ganas de sentirme joven y de vivir una noche de movida madrileña. ¿Y leyendo esto último quizá os preguntaréis … “madrileña”? Ojo, que conste que soy consciente de que son catalanes, todo lo más alejado en mi el crear incendios de nieve de “indiependentismo” y noches reversibles de pop. Tan solo me considero del Club de fans de John Boy. Y es que por estos chicos siento un amor lesbiano que se prolonga desde 1999 aunque realmente fue como si hubiera sido un viaje en el tiempo, porque fue en el 2009 cuando escuché este disco en un pub de Malasaña en Madrid. Allí descubrí que con el amor de lesbianas lo uno se lo pasaba de “Maravillas”.
Así que queridos Santi, Julián, Jordi, Ricky, Oriol y demás niños del Japón no os voy a contar por hoy más cuentos chinos porque “me piace andare piano piano como a Adriano Celentano” . Tan solo os confieso que cada vez que escucho a Love of Lesbian me amo, sí, me amo profundamente hasta el onanismo más absoluto, el que separa la paja del grano. Y es que siempre me vengo arriba escuchando su música. Así que por favor, querido amor de lesbianas para las bodas de plata quiero un nuevo disco y gira.
