Hacía mucho tiempo que no me despertaba con tal depresión postconcierto. Lo de ayer no tiene palabras, pero voy a intentar ponérselas.
Estábamos impacientes a la vez que emocionados de que todo empezara. Pero lo que no sabíamos era lo que venía, nos esperaban dos horas en las que mezclaríamos una gran variedad de emociones y sensaciones.
Imagino que para la Leiband fue una noche especial, han pasado de tocar en las salas más pequeñas de la ciudad de Valladolid hasta agotar las casi 5000 entradas que salieron a la venta. Pero no solo eso, la noche del pasado viernes asistieron a Los40 Music Awards donde Leiva recibiría el premio a Mejor Álbum del Año con su disco Nuclear. Y es que, sigue moviendo masas, sus fans no le abandonan y se siguen sumando nuevos de todas las edades.
El concierto comenzaba, irradiaban energía y lo transmitieron hasta la última canción. Todos pusieron ganas, pero el toque de humor lo vimos con los bailes del trompetista y del saxofonista. Empezaron presentando su último álbum a un público fiel y entregado que lo acompañó en todo momento. Pronto llegaron algunas sorpresas como La lluvia en los zapatos, que no sería la única de su álbum Monstruos o Animales (Pereza) de hace catorce años, ¡cómo pasa el tiempo! Pero no olvidemos que Pereza nace en 1999, finales del siglo pasado. A los más nostálgicos nos hizo revivir momentos especiales y noches de fiesta, cantos y saltos con sus canciones. Fuimos espectadores del recorrido que hizo por parte de su carrera musical, haciendo también presentes temas de Diciembre y Pólvora.
Foto: @rodrigomenaruiz
Pongámonos por un momento en su piel, ¿qué sentirías si fueras cantante, dejaras sola la canción para que el público la siguieran, y esto se cumpliera? Se dio algún momento como el descrito y pudimos ver a un cantautor emocionado por la situación, además de por todo lo que últimamente le estaba sucediendo al estar tan presente en el panorama musical.
Llegaban los momentos más emotivos de la noche. Inundamos pista y gradas con luces en movimiento al sonar Godzilla, una composición profunda y con sentimiento que se hizo aún más grande cuando dio paso a su hermano Juancho (Sidecars) y a la voz femenina de la banda. Esto solo era el principio, luego los músicos desaparecieron, se quedó solo en el escenario, nos pidió guardar silencio y una luz le iluminaba. Era el momento de Vis a Vis, emoción y escalofrío se apoderaron del público, personalmente tengo que reconocer que alguna lágrima cayó y la piel se erizó. No hay nada comparable a la música, las emociones que puede despertar, y lo que ayer ocurrió no se puede expresar con palabras, hay que vivirlo y sobre todo sentirlo.
Foto: @rodrigomenaruiz
Parecía momento de despedida, pero no podían olvidarse de La Llamada, que es la banda sonora de la película homónima. Gracias a su capacidad de componer, esta obra del madrileño recibió en 2018 el Premio Goya a la Mejor Canción Original. Estábamos llegando al final, no nos apetecía nada, incluso sentimos que ellos tampoco querían abandonar el escenario, leímos los labios del saxofonista diciendo ¡wow! desconcertado por la energía que desprendía el público.
Una de sus canciones de despedida fue la famosa Estrella Polar del álbum Aproximaciones, y como broche final, la chica más conocida que Leiva ha pronunciado, Lady Madrid, ambas canciones de Pereza.
Cuando era pequeña, sonaba en la radio Todo y yo la cantaba sin pararme a pensar el significado de la letra, ya era una seguidora del arte que Leiva desprendía. Y aunque la separación de Pereza fue algo triste, que nos pilló a todos por sorpresa, en cada concierto podemos comprobar que a veces hay que tomar decisiones serias para empezar algo nuevo. En este caso no ha podido ser mejor, y aún queda.
Gracias, lo de ayer será inolvidable.
Foto: @rodrigomenaruiz
