Hemos tenido la fortuna de seguir muy cerca la carrera de Arde Bogotá desde sus inicios. Eso ha generado un cariño mutuo que se aprecia en esta charla. Han sido muy generosos con nosotros y nos han regalado muchas anécdotas y titulares.
Además, han aceptado nuestra propuesta de que dos de sus fans y seguidores de Indie Cool asistieran a la entrevista para realizarle las preguntas finales.
Esta entrevista comienza enseñándoles un vídeo de uno de sus primeros conciertos al que asistieron un gran grupo de Indie Coolers.
Te damos dos opciones para disfrutar la entrevista, audio o texto.
Indie Cool: Hay un cambio bastante considerable entre ese directo y los de ahora. Me gustaría saber cómo habéis hecho o cómo se consigue ese cambio tan grande en los directos.
Antonio: Pues trabajando un montón, tío. Una cosa que la oficina de Son Buenos tuvo muy clara y que creo que fue un acierto, fue decir: “Si esto es una banda centrada en directo, hay que ayudarles a que mejoren el directo”, a nivel de poner a un profesional, que fue Raúl Di Lara, a ayudarnos a mejorar la forma en la que hacíamos la música en directo, a crear aquello, incorporar a otra persona más. Ahí somos cuatro y ahora toca con nosotros Pedro en directo, para que todo suene más compacto y mejor. Entonces, trabajando mucho y siendo muy consciente de que es importante e imprescindible mejorar eso.
Indie Cool: En el vídeo ya se aprecia cierta actitud de la que tenéis ahora. La actitud también la habéis cambiado mucho en el escenario desde el primer concierto hasta ahora, ¿también lo habéis trabajado o sale innato eso?
Antonio: Yo creo que eso sí estaba dentro. Yo, personalmente, siempre he pensado que, a nivel de interpretación, uno no puede construir nada que no exista ya dentro de ti. El personaje de Leonardo DiCaprio en Django es el Leonardo DiCaprio que hubiera existido en esa situación. A mí me gusta pensar que tiene que trabajarse desde ahí. Entonces, yo pienso que el Dani Sánchez que toca hoy la guitarra, antes estaba adentro de él y poco a poco va emergiendo y evolucionando.
Dani: También nos atamos a la experiencia. No somos los mismos ahora que al principio de la gira. Cuando iniciamos, ese primer concierto de gira oficial, casi pandémico, en Valencia, con la gente sentada, todos los detalles. Yo ahora me fijo, y a lo mejor porque también soy muy frío en directo, pero veo cómo nos colocábamos en directo, cómo nos movíamos. Estábamos mirando más los pies y eso se nota. También las canciones estaban menos practicadas. Entonces, cobra sentido muchas cosas que te dice la gente, que es como: “¿Dónde quieres colocar tu concierto?”. “Yo qué sé, en Madrid o en Cartagena”. “¿Al principio de la gira o al final?”, y ahora cobra sentido.
Indie Cool: Y lleváis cinco años; de hecho, el post lo habéis subido hoy, diciendo que lleváis cinco años. Cuando empezasteis con todo esto y le contabais a vuestro círculo de amistades o familia que ibais a formar un grupo que se llama Arde Bogotá, ¿qué os decían ellos? ¿Tenéis claro que ibais a ser músicos?
Jota: Desde luego, el nombre no estaba desde el principio, pero es verdad que nunca hemos dejado de coquetear con la música. En ese primer proyecto, yo creo que tardamos un poco en enseñarle maquetas a nuestras familias. Yo, por ejemplo, me acuerdo de un momento, quizá cuando hicimos nuestras primeras maquetas con, incluso, canciones que nunca vais a escuchar, entre la que estaba “Antiaéreo”, de enseñárselo a mi familia y decirles: “Mira, esto es lo que hago, y con esto voy súper en serio”. Y he tocado en otras bandas que no han tenido la misma seriedad, por decirlo de alguna manera, y que mis padres me han dicho: “Muy bien, hijo. Sigue estudiando”, pero al enseñarle esas maquetas, dijeron: “¿Esto lo habéis hecho vosotros?”, y yo dije: “Sí”, y mi padre, que es muy escéptico para esas cosas, dijo: “Es increíble”. En ese momento, todo se normalizó mucho, porque de repente yo creo que la familia empezó a entender que, primero, tenían que apoyar el proyecto. Segundo, que nunca hemos dejado de comprometernos con las otras cosas que hacíamos, con estudiar, con trabajar, o con lo que sea. Y al final, el cambio y la manera en la que hemos llevado la banda en nuestras vidas normales ha sido relativamente suave, aunque haya sido rápido, y ellos, yo creo que igual de paulatinamente que nosotros, han entendido que sí, que la cosa va tirada para adelante.
Antonio: Quiero decir que esta entrevista la va a leer mi madre, seguro, porque mi madre solo sigue como cinco cosas en Instagram, que una es la banda de su hijo, otra son sus tres hijos, y otra es Indie Cool. Y yo no uso nada de Instagram, pero mi madre me dice: “Hoy habéis salido en Indie Cool”.
Indie Cool: ¿Y cuándo os dais cuenta de que esto va en serio? ¿En qué momento decís: “Ostia, podemos vivir de esto”? Porque es lo que hacéis ahora, vivís de la música, ¿no? ¿Habéis dejado vuestros trabajos todos?
Dani: Es que es una apuesta, tío. Hasta cuando ya era un trabajo muy serio en el que tenemos que dedicar todo el tiempo del mundo, no vivíamos de ello. Entonces, ese período del medio fue el complicado de verdad. Había que decir: “Hay que trabajar” o “hay que seguir estudiando”, y encima, tengo que dedicar las horas o incluso más que un trabajo normal a esto, y es donde yo creo que muchas bandas pinchan, pero también es un trabajo que es poco normal y muy agradecido.
Antonio: Yo creo que hubo un momento en el que se dijo: “Ostia, va en serio”, lo que pasa es que se me ocurren como dos o tres ahora mismo, pero sí recuerdo haber tenido esa sensación de: “Ojo, que va en serio”, a lo mejor en el San San o incluso antes, en aquel concierto de Valencia, muy al principio, antes de sacar el disco, que de repente hubo como un rebote muy guay. Ha habido como dos o tres momentos de decir, y siempre está relacionado con el público, con haber llegado a un sitio y decir: “Y esto, ¿de dónde sale?”.
Indie Cool: Pero ¿eso lo ves en el público o lo ves en los números de Instagram, de Spotify, que ves una subida grandísima?
Antonio: Yo, personalmente, en el público. Para mí, cuánta gente va a verte a un concierto es el número más imbatible del mundo, en una industria que está toda convertida en números. El único número que tiene una cara, un dinero que se ha sacado del bolsillo, un tiempo que has quitado de hacer lo que te guste, lo que tengas que hacer, y decir: “No, voy a apartar toda mi tarde del viernes. Voy a organizarme para ir a la sala Apollo a ver Arde Bogotá”, y eso es un montón de tiempo y de dinero y de cosas, tío, supergrande. Entonces, ese es un número que es imbatible. Me da igual cuánta gente haya en otras cosas, ese es el numero al que yo, ojalá, tuviera vida como para dar gracias uno a uno, a toda la gente que está detrás de ese número.
Indie Cool: Y ese día, en el concierto de Valencia, ¿pensabais que llegarías algún día a llenar Apolo o La Riviera?
Dani: Esto es algo que ya hemos hablado. También porque todo el mundo nos lo ha dicho, que Barcelona es más difícil de lo normal. Esto no es fácil de conseguir. No es cualquier ciudad.
Indie Cool: Barcelona es la más complicada de toda España.
Dani: Y claro, nos da impresión, y nos hemos dicho: “Tenemos mucha suerte en estar con la gente que estamos, y por arriesgar y por apostar así, por una sala como esa”, y al final, no se han equivocado. También el mérito de nuestra gente y de que han sido ellos los que han llenado, pero el que no arriesga, no gana. Hay gente que ni siquiera se lo hubiera planteado. Nosotros, quizás en un primer momento, hubiéramos dicho: “Muy difícil. No vamos a llenar ahí”.
Indie Cool: En tan solo cinco años habéis llegado hasta aquí. ¿Os da vértigo pensar dónde podréis llegar?
Antonio: Yo creo que no. Yo, a la pregunta de: “¿Alguna vez te imaginaste–?”, pues, tío, siendo muy honesto, sí. Cuando yo era un niño y simulaba ser Axel Rose en la habitación de mi casa, yo lo que me imaginaba es a Axel Rose en Wembley. Tú no te imaginas ser Axel Rose en el Bar Coyote de Cartagena, te imaginas ser Axel Rose en Wembley, ¿no? Claro, pero creo que con humildad, joder, y con la cabeza encima de los hombros y encima los pies, pero hay que soñar a lo grande, tío, y trabajar y pensar en: “Quiero llegar a tener un sueño” y el sueño sea gigante, y eso es lo que te llena el corazón, creo, de decir: “Tío, quiero montar un medio musical y que sea el medio musical más importante de España, y quiero montar una comunidad que vaya a conciertos y viva la música de una manera diferente, y que vayan todos a una y de repente generar ahí una red social de verdad. Entonces, creo que, como dicen los de la lotería: “No hay que tener sueños baratos, hay que soñar a lo grande”. Otra cosa es volverte un gilipollas, que ojalá que no pase nunca. Eso sí me da vértigo, volverme un gilipollas me da vértigo, pero llenar Wembley no me da vértigo; me encantaría. Creo que soñar a lo grande es lo bonito de soñar.
Indie Cool: Y eso que decíais antes, de no volverse imbéciles, es verdad, que desde que os conozco, desde que empezasteis, es que no habéis cambiado para nada. Es verdad, seguís siendo muy humildes y muy cercanos. ¿En ningún momento tenéis la tentación de responder mal, no responder? ¿Os cansáis algunas veces de las mismas preguntas? ¿Es algo que trabajáis?
Antonio: Te diré que es verdad que, con el crecimiento del proyecto, de repente hay cosas que ya no podéis hacer con la facilidad que las hacías antes. Por ejemplo, invitar a un amigo cercano a que venga al concierto, dedicarle el tiempo que se merece ese amigo, estar con él, tratarlo, hacerlo sentir guay, invitarle a una de las cervezas que hay ahí detrás. De repente, conforme el proyecto crece, en según qué sitios ya no puedes hacerlo, porque una sala muy grande tiene una forma de trabajar, porque hay mucha gente allí, porque puede ser peligroso de otra manera, porque va mucha gente. Hay otros protocolos, ya no es lo mismo que era en el Bar Coyote. Entonces, ese crecimiento hace posible que de repente haya cosas que ya no puedes hacer, y de repente estás más lejos de amigos o de cosas, o de conductas o de protocolos. Eso es un poco por donde yo creo que vienen las cosas “negativas”. Pero también es difícil hacerle entender a ese amigo cercano que está fuera de nuestro control y que ya no puedo terminar el concierto y ponerme a bailar con él porque mañana tengo que ir a tocar a otro lado o por lo que sea.
Indie Cool: A la gente a veces le cuesta entender todo esto.
Antonio: Yo siento que, en el punto en el que estamos, va un poco por ahí. En general, la gente lo entiende fácil, pero con que haya una sola persona a la que le sentó regular, pues qué lástima, ojalá no te hubiera sentado regular.
Indie Cool: ¿Cómo os conocisteis?
Pepe: 2002, 2001. Antonio y yo compartimos preescolar. Jota y yo fuimos al mismo instituto y a Dani lo conozco del mismo grupo, porque antes de todo esto, yo estaba buenísimo y me metía en un montón de grupos. He hecho hasta hip hop. Creo que respondí a la pregunta, ¿verdad?
Indie Cool: Sí, yo creo que sí.
Jota: A su vez, Dani y yo habíamos tocado antes juntos, en una banda cuyo nombre no diré.
Indie Cool: Dila. ¿Estilo de música?
Jota: Hacíamos versiones, pero luego la banda, ya sin mí, por motivos muy oscuros y macabros, empezó a ser una suerte de rock.
Dani: Este señor (Jota) y yo teníamos una banda. Esto no lo hemos contado en ninguna entrevista, pero aquí me voy a extender. Este señor y yo teníamos una banda; él se fue, y cuando volvió, digamos que ya no había sitio y él quería tocar, y yo le dije: “Tío, eres el mejor batería con el que he tocado nunca y con el que más a gusto me he sentido”, y él dijo: “Tú también eres el guitarrista con el que me pasa lo mismo”, y entonces yo copié ese proyecto; no lo había señalado, pero inicié un nuevo proyecto con él. No era nada, era tocar por gusto, y dijimos: “Necesitamos un bajista”. Puse un anuncio en Facebook. Pero ya nos conocíamos de Instagram, o: “Vale, sí, Pepe”.
Pepe: Yo tuve problemas en el mundo del hip hop y lo dejé y dije: “Quiero volver a un grupo”, y un día navegando en Facebook, me encontré un mensaje: “Se busca bajista para proyecto de funk”, y yo dije: “Ostia, nunca ha sido fácil. Voy para allá” y al final acabé con Dani y Jota. ¡Y no era un proyecto de Funk! (risas)
Jota: ¡¡Era mentira!! Llegó engañado. (Risas generales)
Indie Cool: ¿Y tú cómo llegaste, Antonio?
Antonio: Yo no venía de otro sitio. Yo la primera banda en la que he estado en mi vida es Arde Bogotá. Yo nunca había estado en una banda. No sabía dónde se enchufaba una guitarra ni cómo funciona una banda ni nada.
Indie Cool: Entonces, ¿esto fue hace cinco años?
Antonio: Sí. Hay un momento de mi vida que decido que voy a empezar a hacer canciones, y un día me presentan a Dani y entonces le dije: “Pues yo hago canciones”. Y dijo: “¿Sí? Pues mándame una canción y si me gusta, te busco una banda”, y entonces le mandé una canción y le gustó y al día siguiente nos juntamos a tocar. Eso fue hoy, hace cinco años.
Indie Cool: Joder!
Antonio: Yo llegué así, con una guitarra de 20 euros de mi hermano, en plan: “Bueno, y esto ¿dónde va?”. No había estado nunca en un local de ensayo.
Dani: Yo voy a contar una cosa curiosa. Mi impresión, y creo que la de todos mis compañeros, que es que llegamos al sitio y el tipo, sin saber enchufarse, él me dijo: “¿Qué hago con este cable?”. Era muy seguro de sí mismo. Él nunca había estado delante de una batería así tan cerca ni en una sala de ensayo. De hecho, él mismo cuenta que le sorprendió el volumen de la batería y de todo el ensayo. Y es curioso porque habíamos tocado con algún cantante antes y gente que llevaba mucha experiencia dentro del mundo de la música, entre comillas, y nadie venía tan segura, y eso fue una cosa que, para mí, ya dijo: “Si se trabaja—”.
Indie Cool: No sé si vosotros fuisteis conscientes de que cuando sacasteis “Antiaéreo”, todo el revuelo que se generó en el mundillo de la música emergente o indie. No sé si os llegaron voces o comentarios, porque sé que los que seguimos a bandas emergentes o a la música en general, sí que vimos que esto era algo que no pasa habitualmente. Había muchos hablando de: “Ostia, aquí hay algo”. ¿Os llegó algún comentario de eso?
Antonio: Yo creo que vivo un poco ajeno a todo en la vida. Cada vez quiero ser más ermitaño. No me entero hoy y no me enteraba entonces. Pero sí hubo esa sensación de: “Esto ha caído como de pie”, como “tiramos la moneda y cayó de canto”.
Jota: Yo creo que seguimos sin acabar de entender lo que pasó con “Antiaéreo”, porque si bien puede ser un temón para mucha gente o nosotros nos pareció un temón, sobre todo también cuando la convertimos con Lalo en lo que es ahora, no acabamos de entender lo que pasa, y siempre decimos que en ese momento se hizo un pacto con el diablo y que en algún momento se nos va a cobrar, y que de momento no está pasando, pero que estaba por ahí y se hizo, se metió dentro, ocurrió lo que ocurrió y la canción funcionó. Lo que en su momento seguimos un poco fue el tumulto que generó “Antiaéreo” en redes. Nos sorprendió, sobre todo. Pero sí, después la canción fue creciendo mucho orgánicamente y seguimos sin explicarnos realmente por qué, porque fue la primera, y sigue creciendo al día de hoy a un ritmo exponencial.
Indie Cool: Pero eso os pasa con todas las canciones que hacéis. ¿Tenéis algún secreto a la hora de componer?
Dani: Que nos gusten a nosotros. Sé que puede ser la típica respuesta, pero es la verdad, y sigo pensando y sigo agarrándome a que hacemos canciones que nos gusten a nosotros.
Indie Cool: Es que todas enganchan. Todas dan ganas de volver a escuchar, repetir, repetir, pero ¿sale solo? ¿No tenéis ninguna fórmula?
Antonio: No, es lo que dice Dani, que nos gusten y ya está, y que digan algo.
Indie Cool: ¿Y estáis trabajando ya en el segundo disco? No podéis decir nada, evidentemente, pero ¿las canciones prometen? ¿Os gustan más que las de “Antiaéreo”?
Pepe: Te puedo decir que ya está hecho el disco y lo vamos a grabar el mes que viene o estas navidades, y ya para el año que viene, saldrán cosas. Para mí, es un tema de escuchar lo que estás haciendo tanto tiempo, por muchos cambios. Te acostumbras a lo que había antes y tienes que acostumbrarte a lo que hay ahora, y es como que se va desgastando un poco y tu concepción está como distorsionada. Yo, por ejemplo, ahora, el EP nuestro lo escucho totalmente distinto a como lo puedo oír en aquel entonces. Y me pasó un poco ahora con los temas que tenemos, que a mí me gusta mucho, pero no lo sé, a lo mejor dentro de cinco años te digo: “Madre mía, ¿qué he hecho?”.
Jota: Para nosotros, yo creo que sí hay una concepción sobrevolando nuestras cabezas porque todavía no podemos confirmarlo ni afirmarlo rotundamente, pero es mejor disco que La Noche por varios motivos, porque yo creo sí podemos decir que es ciertamente continuista, pero con variaciones que nos hemos permitido, como hemos hablado el resto sobre este tema del disco nuevo. Ahora que nos conocemos mejor, componemos mejor. Ahora que se ha rodado tanto, sabemos lo que nos gusta y es más fácil saber qué quieres hacer en una canción. Entonces, probablemente sí.
Dani: Simplemente añadir que me ha gustado mucho una cosa que ha dicho él antes por el otro lado, que es que la experiencia creo que nos ha hecho perder el miedo. La experiencia en directo, de salir y ponerte la guitarra aquí, o de demostrar que puedes hacer rock y darle caña, es algo que nos hemos permitido llevar al segundo disco, y que de la misma forma hemos perdido el miedo con otras canciones. Cuando nosotros compusimos la noche, había canciones que decíamos, por ejemplo, Exoplaneta, es distinta a las demás; había siempre esa cierta duda, y con este, nos hemos demostrado a nosotros mismos que canciones como esa también son Arde Bogotá y eso nos va abriendo camino. El tercero será otra cosa, pero aquí estamos en el segundo.
Indie Cool: Y a la hora de componer, ¿os fijáis un poco en las canciones que triunfan más con el público cuando las tocáis en directo? Por ejemplo, “esta no funciona tan bien. Vamos a intentar no recrear o que se parezca ninguna canción a ella”.
Antonio: Yo creo que no. Lo que, sin querer, está un poco en el discurso es: no hacer lo que ya se haya hecho. Por ejemplo, a mí una canción que me encanta cómo funciona en directo es “Abajo”. Nunca hay un, pudiese decir: “Hay que hacer ‘Abajo’ siete veces”. No, es más por el lado que decía Dani, como sabes que “Abajo” se disfruta y que la gente la baila y que está guay, pues adelante, no tengas miedo.
Pepe: Yo lo único que quería decir es que no componemos las canciones pensando en cómo funcionan las anteriores, pero sí que componemos canciones desde nuestra experiencia como público. Quiero decir, aquí vamos a meter algo que haga que saltes, o algo que digas tú: “Este es el momento de ‘wow’”, lo que nosotros siempre hemos fantaseado. La primera persona de esta banda que empezó a simular la gente era el Dani.
Dani: Yo estaba en el local y no habíamos dado un concierto. A lo mejor habíamos dado uno o dos en nuestra puñetera vida, y entonces después queríamos enfocarnos a eso. Entonces nos poníamos, ensayábamos mirando a la pared para no vernos las caras, porque en un concierto no te vas a mirar la cara, tío. No ensayes mirándote. Y luego, para crear una sensación de “terminamos el tema”, y era supertriste porque, claro, nadie aplaudía, entonces yo simulaba como que había gente, y les gustó el rollo y dije: “Algún día sonará así de verdad en vuestros oídos”.
Indie Cool: Bueno, ya para acabar, desde fuera, parece que todo ha ido muy fácil para vosotros, que no ha habido problemas, pero me gustaría saber si, desde dentro, ¿habéis tenido algún problema, algún un momento difícil en vuestra corta trayectoria?
Antonio: Sí, un montón, no a nivel de cómo avanza la banda, porque ahí sí hemos sido claramente unos privilegiados. Han pasado cosas que es si te dijeran: “Ven, apunta aquí lo que te gustaría que te pasara”, apunta diez de las nueve cosas que no hayan pasado, pero sí que hay un montón de cosas que, cuando estabas en tu cuarto simulando ser Axel Rose, nadie te dijo que te iban a pasar, y pasan, tío, y hemos pasado mucha penuria, de haber querido estar a la altura de lo que el proyecto exigía de nosotros. Sin embargo, al final, la banda, como ha ido tan rápido, es como si un tren arremetiera contra ti. Tú vas por tu camino de tu vida, de “voy a hacer no sé qué”, y como todo muy ordenado, y “estoy estudiando no sé qué” o “trabajo de no sé qué y voy a hacer una carrera en esto”, y de repente te arrolla un convoy 15,000 toneladas, ordenar eso dentro de tu vida ha sido chungo, muy chungo, y ha habido que hacer muchísimos sacrificios, y al día de hoy se siguen haciendo, y dejar muchas cosas atrás, y jugártela, y saltar al vacío, y así infinidad de cosas, y eso te ataca aquí.
Indie Cool: ¿Qué es lo que más extrañas de tu vida anterior?
Antonio: Algunas personas. Hay gente que ya no puedes ver tanto como veías, entonces, quizá lo que más eche de menos. Mis amigos libran los fines de semana.
Dani: Todo va tornando hacia un camino en el que cada vez es más difícil. A mí me gustaba mucho este mundo, los festivales, y me gustaba, sobre todo, disfrutarlos desde abajo, y cada vez eso es más difícil. Y me van a decir: “Tío, lo estás viviendo como un privilegiado. Eso es lo que todo el mundo querría”, pero es verdad que también se disfruta mucho desde abajo, y todo eso se va perdiendo porque hay otra inercia, ahora trabajas ahí.
Indie Cool: Pero tú sigues estando en pogos en los festivales.
Dani: Sí. Por eso nos gusta mucho estar ahí, y cada vez se hace más difícil, porque, bueno, qué decir, hay 8,000 ojos mirándote, mucha gente que quiere disfrutarte también, hablar contigo, fotos, y nosotros queremos hacerlo y cada vez se vuelve más complicado y cuando hay tanta gente, no puedes sorprenderla bien. Y ya te digo, puedo pasar de un gilipollas diciendo esto, pero es lo que más, creo, que voy a echar de menos si todo sigue avanzando así, pero soy muy feliz acá.
Pepe: Yo, en general, lo que más echo de menos es la oportunidad de gastar tiempo con mis seres queridos sin importarme lo que pase mañana, algo así. Ya como que tienes muy preparado los cinco meses siguientes, y a lo mejor a alguien le surge un problema de tu círculo y tú te tienes que ir y ya está.
Antonio: En mi vida anterior, al menos había cierto orden. Y también ha sido un problema porque soy muy hiperactivo y muy obseso con las cosas, soy un poco compulsivo. La cosa que me pasa con la banda es que ahora es 24/7, pero no ya de hacer tareas que tengas que hacer, sino mental. Eso, a la par que es un poco pesado para mi cabeza, tener 24/7 a la banda, me levanto y me acuesto con ella, también es un privilegio. Es un privilegio porque eso significa que estoy absolutamente volcado y soy uno con la banda, y cuando no estoy con ellos, sigo siendo la banda, y cuando estoy con ellos, soy feliz. Pero es verdad que no descansas mentalmente y es un estilo de vida que me agota mucho. Además, sabes que como siempre tienes que estar al pie del cañón, yo, que soy además un poco hipocondriaco, que lo sepa el mundo, y tengo vértigo y agorafobia, es agotador para mí entonces, pero también me ayuda a compartirlo de alguna manera. Pero sí, el orden, pero este desorden, es más.