La gente que escucha indie rock en el siglo XXI sabe cómo de difícil lo pueden llegar a tener los grupos en la esfera comercial, incluidos los grandes. De hecho, si queréis testimonios fiables no tenéis más que oír hablar a Dave Grohl sobre el tema de Foo Fighters y la Super Bowl, que llevan desde casi el inicio de su carrera viendo cómo esta se les escapa de las manos un año detrás de otro.
“He hablado mil veces con los organizadores del concierto del intermedio y siempre me preguntan “nos gustaría tener algo de rock ¿os gustaría hacerlo? ¿Crees que podéis llenar un estadio?” Y para mí es como “tío, lo hago todo el puto rato”. Y siempre nos contactan, pero luego termina siendo Madonna (2012) o Katy Perry (2016)” decía el otro día en una entrevista.
La Super Bowl es, no solo el evento deportivo más retransmitido y con más audiencia dentro y fuera de Estados Unidos cada año, sino que además su franja publicitaria entre primera y segunda parte del partido es la más cara del año. Numerosos artistas de rock han actuado en ella, desde U2, The Rolling Stones y Paul McCartney, hasta Springsteen, The Who y Red Hot Chili Peppers, pero parece que desde estos últimos en 2016 el pop es monotema en este evento. Además, todo parece indicar que ser que este año también deberán guardarse las ganas en el bolsillo y buscar algún plan alternativo, dado que todo apunta a que, según fuentes más que fiables, los organizadores ya se han puesto en contacto con la discográfica y el manager de la próxima banda, y finalmente le han ofrecido a Maroon 5 ser los que encabezarán el intermedio del partido.
“No creo que sea algo bueno, y no lo digo por querer joder a los chavales, pero parece que actuar en la Super Bowl suele ser el último paso en tu carrera” decía el batería de la banda en esa misma entrevista. “En realidad, no hacemos más que inventarnos excusas todo el rato para justificar por qué no tocamos, pero es así”
Imagen by: Kristian.